Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Ismael Alzola:
8
Drama David, un niño coreano-americano de 7 años, ve cómo a mediados de los años 80 su vida cambia, de la noche a la mañana, cuando su padre decide mudarse junto a toda su familia a una zona rural de Arkansas para abrir allí una granja, con el propósito de lograr alcanzar el sueño americano. (FILMAFFINITY)
24 de marzo de 2021
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conocemos a la distribuidora A24 por producciones cinematográficas enfocadas generalmente al cine de terror, las cuales son "Hereditary", "The Lighthouse" y "Midsommar" las más conocidas. Sin embargo, tenemos aquí un drama ambientado en los años 80. Lee Chung nos trae una historia en la que una familia coreana va en busca del sueño americano y para ello deciden mudarse de la ciudada al campo, con el pensamiento de que plantar productos coreanos en tierras americanas sacará un buen beneficio. Tengamos en cuenta de que la familia es un recuerdo de la suya propia, de forma que la disposición autobiográfica está presente de una forma realista, cautivadora y tratada con un cariño muy singular.

En el proceso de conseguir una vida mejor, habrán conflictos en la familia que por supuesto avivarán el drama, lo cual le acompañará una gran puesta en escena que intensificará todos los elementos que componen el largo camino hacia el éxito. Es muy impactante las formas en las que se adapta esta familia porque para ello tendrán que cambiar sus costumbres coreanas por las actitudes conservadores y tradicionales de la vida americana del campo.

Lee Chung usa un humor satírico con el que intenta explicar el absurdo que supone "el sueño americano", Sam Mendes lo llevó hacia la destrucción de la familia en "American Beauty", no obstante, "Minari" se lo toma con más calma. En cuanto al género de la obra, no es una trama intensa y pesimista, lo cierto es que la naturalidad que transmite retrata a unos personajes que se alejan del enfoque lacrimógeno para situarse en la historia de una forma más madura. Es perceptible el cuidado de Lee Chung a la hora de retratar su historia, es una entrega total y equilibrada al cine y al público.

El guion mantiene en buena forma la premisa argumental, esculpiéndose como una historia con giros bien estructurados y una transformación brutal de la familia y de sus aspectos más dramáticos. Incluso se toma su tiempo para poder ser divertida. Una de las cosas que también expresa el optimismo que se cuela por momentos en el filme es ese retrato del sentimiento religioso desde el punto de vista de un personaje secundario más importante de lo que parece. Podría decirse que es una influencia externa.

Una influencia que provocará diversos actos y concepciones, escenificándose de forma ambivalente para los miembros de la familia y también para el espectador, dado que sabe servir de recurso humorístico al mismo tiempo que se plantea como apoyo moral. El filme configura el empleo del "enfan´t terrible" como motor para crear situaciones tristes, divertidas, inteligentes y emotivas. Es una pieza que une ambos lados de la construcción del drama: las bajadas de ánimo y la reanimación de las buenas emociones.

La dirección de Lee Chung se vuelve apetecible, rítmica y con un conocimiento de la ambientación muy rica en detalles. Es un goce visual ver como una producción adapta las directrices cinematográficas en función de los distintos pasajes del argumento. No es una película donde prevalezcan los conflictos raciales, están presentes como algo subyacente a los miembros familiares pero no es algo más importante que la reconstrucción del amor en un momento donde la salvación de la economía digna es un factor prioritario.

Se podría comparar con "Parasite", su diferencia radica en que "Minari" establece unas raíces más precisas, su elaboración tiene más relación con la concepción del "sueño americano" en espacios menos urbanísticos, lo cual establece una contraposición ligada a otros aspectos. Es perfecto el leit motiv que no sólo referencia la significación del título del filme sino lo que realmente necesita una familia. "El sueño americano" es reconvertido para formalizar la verdadera importancia de una familia que no separará sus lazos en ninguna circunstancia.

Un enfoque bastante emotivo, muy inteligente y con el merecido reconocimiento por parte de los galardones que podría llevarse este año. Sabe conectar de una forma muy coherente con una visión de la vida que todos tenemos, pero nos lo hace olvidar un neoliberalismo inhumano.
Ismael Alzola
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow