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España España · Málaga
Voto de tole:
9
Drama. Acción Un veterano de Vietnam (Nolte) abandona el mundo de las artes marciales mixtas para trabajar en una fundición de acero. Sus graves problemas con el alcohol han destrozado a su familia, pero llega un momento en que, arrepentido, deja la bebida y decide entrenar a su hijo más joven (Tom Hardy) para que participe en un torneo de artes marciales, en el que también participará su hermano mayor (Joel Edgerton). (FILMAFFINITY)
16 de enero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta esta película. Y creo que en realidad no es una película sobre boxeo, o artes marciales mixtas, sino que trata del reencuentro de una familia deshecha, destrozada por los avatares de la vida.
Y vamos con los tres personajes sobre los que gira la trama, el padre y sus dos hijos, personalidades muy bien expuestas, a los que parece que conozcamos perfectamente, sus caracteres y sus razones.
El padre: Nick Nolte nos dibuja un personaje que huele a exalcohólico, que se agarra a sus recuerdos para intentar lavar su conciencia de haber roto, destrozado, arrasado su familia entera; y que ve la oportunidad de reconquistar a sus hijos haciendo lo que mejor se le da: entrenar. Eso y el llevar mas de 1.000 días sin probar el alcohol. Aun así la tarea no va a ser nada fácil.
El hijo mayor: quizá el personaje menos vistoso; un hombre que se ha integrado en la sociedad, una esposa maravillosa, dos hijas adorables, una casa con jardín y un trabajo respetable como profesor. Pero la sociedad es reticente a aceptar a un exluchador como uno de los suyos y trata de hundirlo; el banquero, el delegado de educación representan a esa parte de la sociedad que te agrede con chaqueta y corbata, con una sonrisa en la boca. Brendan no solo combate por dinero, por conservar su casa, un símbolo de su integración en la sociedad, sino por su familia, por ser parte de esa sociedad que lo rechaza.
El hijo menor: seguramente el personaje más goloso para interpretar, con muchos matices y gran profundidad. A primera vista el malo de la familia, pero solo a primera vista porque cuanto más lo tratamos, más lo comprendemos, más entendemos sus razones. Tommy es agresivo, huraño, resentido, que cuando lucha contra un rival, en realidad lucha contra el mundo, contra ese mundo que le obligó a huir junto a su madre cuando aun era un niño, huir de un padre alcohólico y, seguramente maltratador; dejando atrás a su hermano mayor, una casa confortable y un entorno conocido; y todo para crecer en un lugar hostil y frío. Lucha contra ese mundo que le regaló un padre nada modélico, un mundo que mató a su madre debido a las penurias, contra un Dios que nunca oía sus ruegos. Sin embargo también nos muestra su lado más humano cuando salvó a sus compañeros durante la guerra, cuando le ofreció a la viuda de su hermano de armas el dinero del premio, o cuando, al ver a su padre nuevamente hundido en el alcohol fue la única persona que estaba allí para abrazarlo y reconfortarlo.
Y un último personaje que no se ve pero que está presente durante toda la película: la madre, seguramente la verdadera perdedora de la trama; porque murió en la miseria, con unos hijos separados y una familia destrozada, y ni siquiera tuvo la oportunidad de ver a su exmarido rehabilitado, sus hijos abrazados y triunfadores en la vida al fin.
Y vaya escena final, con esa música in crescendo, esas miradas, esa tensión y ese Nick Nolte con ese orgullo contenido. Me encanta esta película.
tole
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