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Voto de Neopleno:
8
6,3
15.460
Drama
Un día en la vida de Monsieur Oscar: un hombre que se traslada, en una lujosa limusina blanca conducida por Céline, de trabajo en trabajo. Para cada uno de ellos adopta una nueva personalidad: mendigo, monstruo, asesino, padre de familia... (FILMAFFINITY)
15 de julio de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que no se le puede negar a esta película es su capacidad para generar polémica.
No hay más que recorrer las críticas y crónicas, tanto en está página como en otras muchas, para comprobar la multitud de opiniones dispares que esta película suscita. Y lo comprendo y en cierto modo me encanta... de hecho con este tipo de polémicas suelo disfrutar mucho más con las críticas negativas porque a menudo son originales y “descojonantes”. Lo que no entiendo es esa gente a la que, no bastándoles con la película no les guste, que están en su derecho, son capaces de categorizar diciendo lo que “es” en vez de lo que a ellos les “ha parecido” y que utilicen argumentos tan manidos como “si esto es modernidad prefiero ser un viejo” (cuando lo más seguro es que siempre lo hayan sido). También se dedican a hacer alusiones tales como las “joyas” del señor Boyero sugiriendo que a los que les ha gustado la película les gustan las tonterías sin gracia o los caprichos surrealistas, máxime cuando la tacha de incomprensible cuando él claramente no la comprende, y lo sabemos porque nos dice que trata, atentos, de un multimillonario al que trasladan en limusina día y noche por París disfrazado... Plash plash plash!!! aplausos para tan grande inteligencia (¿o es que se salió del cine antes del final? Lo que demostraría lo “profesional” que es).
Pero bueno, dejemos la mediocridad para centrarnos en el cine que es lo que nos interesa... Holy Motors me parece cine de categoría, de esa categoría que no te deja indiferente. De ese cine del que, nada más terminar su visionado, estás deseando comentarlo con alguien para comprobar si sus impresiones son las mismas que las tuyas, si has entendido lo mismo...¡Qué pulsión más maravillosa.
Ahora hablaré de la película en sí. Creo que, por lo menos en su significado, es mucho más sencilla de lo que parece. Lo que pasa es que si intentamos entenderla como una historia con una trama continua, nos volveremos locos y encima nos parecerá infumable. Voy a intentar hacer una guía de visualización tal y cómo yo lo veo.
Para los que no quieran saber nada de la trama diré que se tomen las “partes” individualmente y las valoren después del visionado completo, ya en su conjunto.
Para los demás escribo como spoiler.
No hay más que recorrer las críticas y crónicas, tanto en está página como en otras muchas, para comprobar la multitud de opiniones dispares que esta película suscita. Y lo comprendo y en cierto modo me encanta... de hecho con este tipo de polémicas suelo disfrutar mucho más con las críticas negativas porque a menudo son originales y “descojonantes”. Lo que no entiendo es esa gente a la que, no bastándoles con la película no les guste, que están en su derecho, son capaces de categorizar diciendo lo que “es” en vez de lo que a ellos les “ha parecido” y que utilicen argumentos tan manidos como “si esto es modernidad prefiero ser un viejo” (cuando lo más seguro es que siempre lo hayan sido). También se dedican a hacer alusiones tales como las “joyas” del señor Boyero sugiriendo que a los que les ha gustado la película les gustan las tonterías sin gracia o los caprichos surrealistas, máxime cuando la tacha de incomprensible cuando él claramente no la comprende, y lo sabemos porque nos dice que trata, atentos, de un multimillonario al que trasladan en limusina día y noche por París disfrazado... Plash plash plash!!! aplausos para tan grande inteligencia (¿o es que se salió del cine antes del final? Lo que demostraría lo “profesional” que es).
Pero bueno, dejemos la mediocridad para centrarnos en el cine que es lo que nos interesa... Holy Motors me parece cine de categoría, de esa categoría que no te deja indiferente. De ese cine del que, nada más terminar su visionado, estás deseando comentarlo con alguien para comprobar si sus impresiones son las mismas que las tuyas, si has entendido lo mismo...¡Qué pulsión más maravillosa.
Ahora hablaré de la película en sí. Creo que, por lo menos en su significado, es mucho más sencilla de lo que parece. Lo que pasa es que si intentamos entenderla como una historia con una trama continua, nos volveremos locos y encima nos parecerá infumable. Voy a intentar hacer una guía de visualización tal y cómo yo lo veo.
Para los que no quieran saber nada de la trama diré que se tomen las “partes” individualmente y las valoren después del visionado completo, ya en su conjunto.
Para los demás escribo como spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Leo Carax ha intentado, con éxito o no lo valorarán ustedes, hacer un homenaje al cine, al cine de verdad o digamos al cine tal y cómo lo quieren definir los estudiosos del tema. Por ello la película empieza con una clave fundamental:
- El propio director interpreta un personaje que se levanta de la cama en una habitación oscura, para después salir de manera poco usual a una sala dónde se está proyectando una película ante un público aparentemente dormido. Leo dijo en una entrevista algo como “hago cine para muertos”. Nos quiere decir que lo que vamos a ver a partir de ese momento es cine en esencia.
A partir de ahí, hay que tomarse todos y cada uno de los episodios en los que el protagonista se transmuta o interpreta pequeñas películas en sí mismas, como distintas muestras de géneros y situaciones repetidas a lo largo de la historia del Cine. Y disfrutarlos en su justa medida, unos más y otros menos claro, porque no todos son fantásticos aunque sí significativos. Todos homenajean al interprete individual como generador de las primeras historias...
El final contiene también dos homenajes. El primero es sencillo... el director hace que la conductora de la limusina se ponga la “misma” máscara que la actriz llevaba en otra película mítica en la historia del cine: “Ojos sin rostro” de Georges Franju. El segundo, el de las limusinas hablando entre sí, creo que homenajea a todos los tipos de cine que viajan en su interior, cada uno con su recorrido y sus vivencias.
En fin, cine de altura que para muchos no está a la altura.
- El propio director interpreta un personaje que se levanta de la cama en una habitación oscura, para después salir de manera poco usual a una sala dónde se está proyectando una película ante un público aparentemente dormido. Leo dijo en una entrevista algo como “hago cine para muertos”. Nos quiere decir que lo que vamos a ver a partir de ese momento es cine en esencia.
A partir de ahí, hay que tomarse todos y cada uno de los episodios en los que el protagonista se transmuta o interpreta pequeñas películas en sí mismas, como distintas muestras de géneros y situaciones repetidas a lo largo de la historia del Cine. Y disfrutarlos en su justa medida, unos más y otros menos claro, porque no todos son fantásticos aunque sí significativos. Todos homenajean al interprete individual como generador de las primeras historias...
El final contiene también dos homenajes. El primero es sencillo... el director hace que la conductora de la limusina se ponga la “misma” máscara que la actriz llevaba en otra película mítica en la historia del cine: “Ojos sin rostro” de Georges Franju. El segundo, el de las limusinas hablando entre sí, creo que homenajea a todos los tipos de cine que viajan en su interior, cada uno con su recorrido y sus vivencias.
En fin, cine de altura que para muchos no está a la altura.