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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
8
Serie de TV. Thriller Serie de TV (2017-2019). 2 temporadas. 19 episodios. Año 1977. Dos agentes del FBI (Jonathan Groff y Holt McCallany) revolucionan las técnicas de investigación para encontrar las respuestas a cómo atrapar a asesinos en serie y mentes psicópatas. Adaptación del libro "Mind Hunter: Inside FBI’s Elite Serial Crime Unit", escrito por Mark Olshaker y John E. Douglas. (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Mindhunter” es la última perla de David Fincher, en su caso a beneficio de la casi siempre estimulante Netflix. Comparte con “The Deuce” (ídem, 2017) el valor de haber abandonado la senda, trillada “ad nauseam”, del “revival” ochentero —u ochentoso, con perdón de ambos neologismos— para ambientarse en los sórdidos, a fuer de adultos, años setenta.
Llama especialmente la atención por constituir el alumbramiento de un subgénero tal vez no nuevo —échenle un vistazo a “Tinker Taylor Soldier Spy” (El topo, 2011)—, pero sí todavía lo bastante original, que daría en llamar —mis disculpas esta vez por la falta de (falsa) humildad— “thriller cotidiano”. Me explico: con estar recorrida por una generosa nómina de asesinos en serie y pespunteada de varias tramas detectivescas, “Mindhunter” no basa su eficacia en la intriga sino en el día a día de sus protagonistas. Por cierto que, estos últimos más burócratas que héroes de acción, más psicólogos, o sociólogos, que la pareja de polis al uso. Y todo sin que se nos escatime una sola de sus miserias pequeño-burguesas. Que ello resulte más interesante que la típica caza al psicópata es una muestra ilustrativa del talento de sus responsables.
Condición de posibilidad para lo cual es la presencia de unos personajes delineados con una cuota razonable de claroscuros; si no tantos —sería imposible—, sí al menos unos cuantos de los que modelan la complejísima personalidad humana. Tal sucede con ambos agentes especiales, Holden Ford y Bill Tench, especialmente el primero, encarnado por un insólito —en el buen sentido, que lo tiene— Jonathan Groff; así como la íntegra doctora Carr que interpreta Anna Torv. Los propios criminales se nos presentan como gente de carne y hueso, de los que sólo nos diferenciaría la manera de percibir la realidad, la suya peligrosamente disfuncional. El locuaz Ed Kemper compuesto por Cameron Britton es de antología.
Sin menoscabo de todo lo antedicho —ya se ve que no es poco— la gran revelación de “Mindhunter” la constituye, a mi juicio, la figura de Debbie Mitford, a la que pone rostro indescifrable una sublime Hannah Gross. La novia del agente Ford es una recreación perfecta, en absoluto simplificadora ni caricaturesca, de un tipo de mujer surgido en aquellos años. Un dolor de muelas para el “masculinato” patriarcal que disparó —la voz inglesa “triggered” me parece más ajustada, pero no he encontrado equivalente exacto en castellano— las inseguridades, el resentimiento y la consiguiente furia represora de amplios sectores del mismo. Y, de hecho, lo sigue haciendo. La desorientación del protagonista ante las reivindicaciones de singularidad e independencia por parte de ella es la de millones de hombres que entonces —insisto que también hoy— toparon con que la mitad de la población mundial estaba para algo más que traerles las pantuflas y el periódico.
Carorpar
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