Hay un sinfín de torpezas en esta adaptación al cine de las aventuras de Carrie Bradshaw and company. Pero la más notoria es las débiles lecciones que Michael Patrick King pretende colarnos con muy mala pata a lo largo del desaforado metraje: que si el amor lo puede todo, que si no debemos traicionarnos a nosotros mismos, que si esto, que si aquello. En su afán por sacudirse de encima las comparaciones y sentar cátedra como un director y guionista capaz de cosas nuevas, King ha escrito y dirigido un material desacorde con el estilo de la serie, donde los personajes han cambiado sustancialmente por obra y gracia de... Casi todo se antoja torpe, falso y poco creíble, y por ello cae en el ridículo más desafortunado en bastantes ocasiones (la "dramática" escena del desplante, el encuentro con Dante, etc) y sólo los escasos momentos donde Sarah Jessica Parker, Kim Cattrall, Cynthia Nixon y Kristin Davis se limitan a ser las Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte de la serie son destacables entre tantos minutos vacíos de modelitos y frases empalagosas. En definitiva, no creo que esta película vaya a cosechar muchos Oscar, aunque quizás el de Mejor vestuario sí se lo merezca.