Hay varias películas carcelarias muy buenas, pero esta, es la mejor de todas. Para empezar contamos con Brad Davis y este hace una estupenda interpretación para su corta edad, sintiendo en el alma su papel, transmitiendo su sufrimiento de un modo tal que uno sufría cuando el sufría. Que pedazo de película por favor, que se haya quedado sin el Oscar porque la Academia prefirió dárselo a la infame "El cazador" (que es una versión demasiado norteamericana de la guerra de Vietnam haciendo quedar a los vietnamitas como unos homicidas sin límite) es un absurdo. Porque esta película tiene un genial guión de Oliver Stone, una brillante dirección de Alan Parker, y las actuaciones son todas buenas: la de Davis, la de John Hurt, la del policía turco, la de los jueces turcos, todas asombrosas. El clímax que se vive es altamente tenso, pareciera que uno está en Turquía viviendo lo que le toca vivir al pobre Billy Hayes. En definitiva, es una película en la que uno vive lo que vive el protagonista, y eso que yo sepa no es algo que pasa en todas las películas. PARA VER Y DISFRUTAR DE PRINCIPIO A FIN.