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Voto de telemendenge:
3
Comedia. Intriga. Romance Descubiertos sus negocios sucios, Henry Scarlett se ve obligado a abandonar Marsella y huir a Inglaterra. Su hija, Sylvia, le acompaña disfrazada de hombre y bajo el nombre falso de Silvestre Scarlett. En el barco en que viajan, Henry conoce a un tipo dudoso, Jimmy Monkley, a quien le confiesa imprudentemente que lleva una cierta cantidad de dinero escondido. En la aduana, Jimmy le delata, una hábil táctica para que no se fijen en él, ... [+]
5 de junio de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comencé a verla predispuesto a pasármelo bien pero en cuanto la Hepburn se disfrazó de chico supe que esto iba a empeorar. Pasó de llamarse Silvia a llamarse Silvester. Creo que no les quedó bien. Se ve que no es un tío, la voz (doblada) no es de muchacho y a partir de ahí deja de tener sentido toda la historia que, sin ser entretenida, resulta ridícula.

Silvester, su padre y Cary Grant emprenden pequeñas aventuras. Silvester llorando entre un grupo de curiosos para sacarles los cuartos resulta patético, las secuencias en la mansión, con la criada, no las salvan ni el Cary Grant ni la Hepburn de lo absurdas que son y cuando montan una compañía de variedades de la nada, resulta cutre y sigue sin divertir.
Toda esta paranoia podría haber llegado a salvarse con un guion elaborado, de pago y, ya que la historia no se puede tomar en serio, haberla salpicado de ocurrencias ingeniosas en lugar de basarla en el malentendido de la naturaleza de Silvester. De este mismo año era "Una noche en la ópera" de los Hermanos Marx y, en un marco análogo, hoy día sigue resultando extraordinariamente divertida.

Disfruto la vieja estética de las películas añosas, pero en este caso la historia es de baratillo y la producción usó a Katty Hepburn y a Cary Grant como gancho para sablear al espectador de la nueva y floreciente industria del cine. Sus protagonistas encontraron mejores oportunidades que este saldo para inscribir sus nombres en la historia del cine y no les culpo del desencanto. Es más me llamó la atención el pequeño baile que se marca Cary Grant al que hasta ahora siempre recordaba con una pose impecable y más aún la extraordinaria forma física de Katty Hepburn cuando se cuelga, boca abajo, de unas anillas de gimnasia. Sorprendentes ambos.
telemendenge
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