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Voto de Corleone94:
9
Drama Polonia, 1960. Anna (Agata Trzebuchowska), una novicia huérfana que está a punto de hacerse monja, descubre que tiene un pariente vivo: una hermana de su madre que no quiso hacerse cargo de ella de niña. La madre superiora obliga a Anna a visitarla antes de tomar los hábitos. La tía, una juez desencantada y alcohólica, cuenta a su sobrina que su verdadero nombre es Ida Lebenstein, que es judía y que el trágico destino de su familia se ... [+]
13 de febrero de 2015
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevamos ya casi tres lustros de siglo xxi y todo sigue evolucionando, incluyendo por supuesto el séptimo arte que poco tiene que ver con el de épocas anteriores. Hubo un tiempo que encuadro sobre todo en la década de los 60, en la que el cine de autor vive su mayor apogeo en Europa debido a la culpa de cineastas como Fellini, Godard, Truffaut, Visconti, Berlanga y sobre todo Bergman. En nuestro tiempo este tipo de cine no ha desaparecido del todo, sólo que no mueve las masas de antaño, sin embargo para alegría de algunos entre los cuales me incluyo de vez en cuando aparece alguna película que recuerda a aquellos tiempos y en esta ocasión viene de Polonia.
"Ida" parece una película que nos ha llegado en una máquina del tiempo procedente del pasado, puesto que hasta el formato en el que está realizada no es ni mucho menos actual, y eso por no hablar de su temática y puesta en escena. En referencia a esto último, es fácil percibir que la película parece realizada por cineastas como Bergman, Dreyer e incluso Bresson ( del cual no he visto ninguna película, pero he visto fotogramas y se cosas de su estilo) que si siguieran con vida la hubieran aplaudido aunque sea sólo por su argumento; una joven monja poco antes de hacer sus votos para permanecer de por vida en un monasterio en Polonia, empieza a investigar con ayuda de su desgraciada tía el lugar en el que fueron enterrados sus padres durante la ocupación nazi.
Contradicción extrema entre personajes, problemas de fe, vacío y angustia son los temas que aborda la cinta que bajo un ritmo lento y pausado con gran uso del silencio nos envuelve en una atmósfera casi existencialista que absorbe y que impacta en su tramo final. Estos eran los temas fetiche de los cineastas antes mencionados y al igual que en sus películas ("Persona", "Dies irae", "Gritos y susurros", "El séptimo sello") en las que el silencio es clave, aparecen esporádicamente piezas de música clásica, y como no una bellísma fotografía en blanco y negro que en este caso me recuerda más a la de las películas de la Nouvelle Vague francesa con tonos más claros, que al extraordinario claroscuro de Bergman.
Una absoluta e impactante joya de gran profundidad que nos demuestra que el denso cine de autor de Europa del este que en su momento deslumbró no ha terminado todavía, aunque me temo que esto es un oasis en un desierto en el cine del desconocido Pawlikowski, pero del que habrá que beber sus aguas para continuar la travesía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Corleone94
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