Media votos
6,2
Votos
70
Críticas
65
Listas
1
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Arponero Sánchez:
10
8,0
26.343
Western
Un grupo de veteranos atracadores de bancos que viven al margen de la ley y que actúan en la frontera entre los Estados Unidos y México, se ven acorralados a la vez por unos cazadores de recompensas y por el ejército mexicano. (FILMAFFINITY)
14 de agosto de 2020
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta critica va a ser la 143 que se escribe en filmaffinity sobre esta película. Tiene un 8 de media, yo le he puesto un 10.
Considero “Grupo Salvaje” una de las obras maestras del cine, una obra de arte sobre el compañerismo, el idealismo, el heroísmo, sobre el desencanto y sobre la lucha entre el bien y el mal. La he visto muchas veces, y siempre descubro un nuevo matiz, siempre llegan las escenas esperadas que vez tras otra cumplen con las expectativas y dejan el corazón temblando y la piel erizada.
Quiero compartir aquí una opinión especial sobre “Grupo Salvaje”: para mi es la referencia, el sumum, el paradigma, de lo que debe ser el ritmo narrativo de una película de acción. Más que ritmo, es una auténtica sinfonía.
“Grupo Salvaje” tiene acordes y sinfonía, tanto en el conjunto como en el ritmo interno de sus partes. Sigue de forma rigurosa la secuencia canónica de la tragedia griega: Prólogo, Episodio, Éxodo y Catástrofe. La intensidad de la acción sube y baja con armonía siguiendo las fases de la historia, como la música de una orquesta sigue a la batuta del director. Sigo en spoiler pues voy a entrar en detalles de la trama.
#sígueme en Twitter @ArponeroSanchez, y si te ha gustado no olvides dar un positivo!
Considero “Grupo Salvaje” una de las obras maestras del cine, una obra de arte sobre el compañerismo, el idealismo, el heroísmo, sobre el desencanto y sobre la lucha entre el bien y el mal. La he visto muchas veces, y siempre descubro un nuevo matiz, siempre llegan las escenas esperadas que vez tras otra cumplen con las expectativas y dejan el corazón temblando y la piel erizada.
Quiero compartir aquí una opinión especial sobre “Grupo Salvaje”: para mi es la referencia, el sumum, el paradigma, de lo que debe ser el ritmo narrativo de una película de acción. Más que ritmo, es una auténtica sinfonía.
“Grupo Salvaje” tiene acordes y sinfonía, tanto en el conjunto como en el ritmo interno de sus partes. Sigue de forma rigurosa la secuencia canónica de la tragedia griega: Prólogo, Episodio, Éxodo y Catástrofe. La intensidad de la acción sube y baja con armonía siguiendo las fases de la historia, como la música de una orquesta sigue a la batuta del director. Sigo en spoiler pues voy a entrar en detalles de la trama.
#sígueme en Twitter @ArponeroSanchez, y si te ha gustado no olvides dar un positivo!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El perfil de la intensidad de la acción está perfectamente trabajado para adaptarse a las fases canónicas: Prólogo, el pico inicial (asalto al banco), inicio del Episodio: meseta, seguida de pico intermedio (asalto al tren y la voladura del puente), meseta de nuevo, descanso y relajación (el pueblo mexicano). Inicio del Éxodo: subida gradual de tensión (transporte y entrega de las armas), espera (esa tarde previa a la batalla final) y por fin, la Catástrofe sin paliativos, el subidón de un clímax infernal como se han visto pocos en el cine. Lo dicho, una obra maestra del ritmo.
Es también una obra maestra en el ritmo a menor escala de cada una de las escenas, ritmo expresado en un montaje donde cada plano (y hay miles) está diseñado al milímetro: vemos la emboscada preparada mientras llegan los asaltantes al banco, casi palpamos la tensión en el barranco durante primer intento de entrega de las armas, y la que para mi es la mejor, la que cada vez que la veo me pone la piel de gallina: cuando el tren con las armas se detiene para aguar, bajan el canalón y aparece Angel con la escopeta, y a partir de ese se momento se nos pone un nudo en la garganta mientras Pike y sus colegas desenganchan los vagones, una escena que transcurre en absoluto silencio excepto por los silbidos del vapor escapando de la máquina. Ni una voz, ni un tiro, y te hace aguantar la respiración hasta que el tren empieza a andar dejando atrás los vagones con los soldados.
El mismo análisis podríamos hacer de la escena del asalto al banco, de la entrega de las armas, del encuentro con los indios, de la batalla final. Todas y cada una de las partes de la historia están magistralmente trabajadas mediante el montaje en su progresión y ritmo, y encajan como engranajes en la sinfonía mayor que es la película.
Cierto que Peckinpah no es el único, hay otros directores que han hecho buenas películas de acción, algunas incluso muy buenas y con muy buen ritmo. Ford, Hawks, Cameron, Scott (algunas sólo), Miller. Pero por favor, cuando veáis alguna de “Star Wars”, o de “Fast and Furious”, o (especialmente) de “Indiana Jones”, o de cualquiera de esas supuestas películas de acción, que se venden como “de ritmo infernal”, recordad “Grupo Salvaje”, y os parecerá que efectivamente, la otras tienen ritmo infernal, pero del que se va al infierno por lo malo que es… y perdonad por nombrar en el mismo párrafo a “Grupo Salvaje” y a “Indiana Jones”.
Es también una obra maestra en el ritmo a menor escala de cada una de las escenas, ritmo expresado en un montaje donde cada plano (y hay miles) está diseñado al milímetro: vemos la emboscada preparada mientras llegan los asaltantes al banco, casi palpamos la tensión en el barranco durante primer intento de entrega de las armas, y la que para mi es la mejor, la que cada vez que la veo me pone la piel de gallina: cuando el tren con las armas se detiene para aguar, bajan el canalón y aparece Angel con la escopeta, y a partir de ese se momento se nos pone un nudo en la garganta mientras Pike y sus colegas desenganchan los vagones, una escena que transcurre en absoluto silencio excepto por los silbidos del vapor escapando de la máquina. Ni una voz, ni un tiro, y te hace aguantar la respiración hasta que el tren empieza a andar dejando atrás los vagones con los soldados.
El mismo análisis podríamos hacer de la escena del asalto al banco, de la entrega de las armas, del encuentro con los indios, de la batalla final. Todas y cada una de las partes de la historia están magistralmente trabajadas mediante el montaje en su progresión y ritmo, y encajan como engranajes en la sinfonía mayor que es la película.
Cierto que Peckinpah no es el único, hay otros directores que han hecho buenas películas de acción, algunas incluso muy buenas y con muy buen ritmo. Ford, Hawks, Cameron, Scott (algunas sólo), Miller. Pero por favor, cuando veáis alguna de “Star Wars”, o de “Fast and Furious”, o (especialmente) de “Indiana Jones”, o de cualquiera de esas supuestas películas de acción, que se venden como “de ritmo infernal”, recordad “Grupo Salvaje”, y os parecerá que efectivamente, la otras tienen ritmo infernal, pero del que se va al infierno por lo malo que es… y perdonad por nombrar en el mismo párrafo a “Grupo Salvaje” y a “Indiana Jones”.