14 de noviembre de 2011
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Es genial como Quim Monzó normaliza lo surealista. Y es un placer disfrutar de algunas de sus historias al puro estilo woodyalliano iberico. Sin embargo Ventura Pons no está a la altura, y convierte estos microrelatos extremos y vibrantes, en una sucesión de secuencias tediosas, con alguna salvedad.
De las tres partes que tiene la pelicula, el espectador llegará a la cunclusión que la segunda, es mejor pasarla rápida. #muytriste
Si aun así deseas ver la pelicula, no lo hagas con la versión doblada al castellano por que es horrible. Un autentico desproposito.
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