Es lo que se diría de un film donde ni las interpretaciones ni el guión son creíbles, por no hablar de la dirección. El protagonista apenas da la sensación de ser tetraplégico, y la protagonista pone la misma cara tanto cuando ríe como cuando llora. No, no funciona, no hay química entre los personajes, las transiciones interpretativas están muy mal gestionadas, el proceso de enamoramiento de los protagonistas está pésimamente contado, resulta forzado y artificial.

Ella intenta ser la típica chica humilde que incita a dar pena, y a fuerza de intentarlo con esa sonrisa un tanto patética acaba dándola. Él se supone que es el típico tetraplégico con mala leche sumido en un profundo trauma a causa de su situación, pero al final su enfado es tan superficial que más parece una perreta de niño rico.

Igual puede gustar, si tienes uno de esos días tontos muy tontos. Pero que muy tontos.