Duelo de personajes que pone en juego los miedos, las emociones, los sentimientos y, sobre todo, la lucha.
La lucha psicológica del propio sujeto consigo mismo, la lucha ante los demás y también la lucha en contra de los demás.
La claudicación, la renuncia y el cambio de actitudes forman parte del universo difuso pero violento que transmite la obra de S. King.

La película logra controlar ese caballo desbocado del temperamento humano y la narración, dirigida con habilidad por B. Singer, cautiva al espectador y le obliga a tomar partido.
Original, emocionante, meritoria y muy bien interpretada por sus protagonistas.