Aniquilador, duro y realista retrato sobre la pobreza, la violencia y las austeras esperanzas de mucha gente en Centroamérica. El espectáculo aplasta al espectador por el crudo y devastador peso de la realidad, de la miseria no sólo física sino del alma humana; esta película apesta, te abofetea en plena cara y te hace pensar y agradecer por lo poco que tienes; no obstante se trata de un viaje hermoso a través del corazón de la América más rural y desposeída, una aventura única, como la del amor desinteresado de Sayra, su protagonista. En la línea de "Ciudad de Dios", pero sin el buen humor de ésta. Por cierto, este guión quedaría perfecto en un Western, no me extrañaría que así se lo tomaran los yankees. En resumen, una película extremadamente recomendable.