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España España · Madrid
Voto de Musidora:
1
Drama Teresa espera paciente la llegada del Inquisidor para ser juzgada. De su visita y de sus palabras dependerá su futuro: libertad, cárcel o la hoguera. Adaptación de la obra de teatro “La lengua en pedazos” de Juan Mayorga, basada en la figura de Santa Teresa de Jesús, también conocida como “Santa Teresa de Ávila”.
10 de noviembre de 2023
57 de 97 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para perpetrar estos atentados contra las figuras consagradas de la cultura universal solo hace falta tener un ego descomunal y embaucar a dos o tres productores despistados. Si hace poco era un mediocre dramaturgo de apellido bovino el que ponía las pezuñas sobre Santa Teresa de Jesús con un texto de una cutrez extrema con una mística drogadicta e inmigrante (qué transgresor, oiga), ahora le toca a Paula Ortiz liarla parda con esta supuesta adaptación del texto de Juan Mayorga al que decide boicotear desde el mismo arranque.

A pesar de las evidente belleza de la obra secuestrada, la directora se empeña en subrayar con doble capa de fosforito un texto centrado en la palabra, desviando la atención de ésta para proponer estampas que pueden recordar a la revista Atalaya de los Testigos de Jehová o al mundo de la publicidad emporrada de los ochenta, con esos recurrentes devaneos con supuestas metáforas poéticas de monjas volando y brincando por los campos de Castilla.

Aunque la firme sentencia a muerte del proyecto ya estaba clara al arrojarle los dos papeles principales a dos actores famosos por sus registros histriónicos, de una falta de elocuencia preocupante. Y no es que Blanca Portillo sea una mala actriz, todo lo contrario, pero su gran talón de Aquiles, que es esa nula capacidad para la contención se transforma aquí en kriptonita de ley en manos de una directora que la deja que haga, con la misma sutileza del que azuza a un galgo hambriento frente a un plato de torreznos, confundiendo la libertad creativa con la barra libre de griterío y lágrimas. Claro, lo de Asier Etxeandia no tiene remedio. Pocos declaman como él sobre un escenario (o en la cola de la Fnac), pero porque sus modos son más decimonónicos que del primer cuarto del siglo XXI. Lo raro es que no acabara cantando.
Musidora
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