'Jack Reacher' es un thriller de investigación policíaco de claro aroma setentero, una rara avis actual. Un film que funciona como vehículo de lucimiento de Cruise, un Cruise duro y sin contemplaciones, más cercano al antihéroe de lo que acostumbra, y que contiene las señas de identidad de los guiones de McQuarrie.

Conviene aclarar que ‘Jack Reacher’ no es un nuevo intento de franquicia a lo “Misión Imposible”, no son films del mismo estilo, ni mucho menos. La apuesta de McQuarrie es totalmente contraria a la de la saga “Imposible”. Aquí se deciden por tomarse su tiempo para presentar unos hechos y la acción, deviene de los mismos, y no es el principal atractivo del film, sino un extra colateral de los acontecimientos que nos son narrados. Una acción real, sin flipaduras tecnológicas, ni uso de efectos especiales, una acción que no es la que la mayoría, o mejor dicho, la práctica totalidad de films optan por exhibir, y quizás ese, sea uno de los motivos por los que el film no fue el éxito de taquilla que se esperaba.

Pasando al capítulo de interpretaciones, la verdad es que no encontramos ninguna que merezca ser catalogada como memorable, pero sí un buen número de notables "performances": por supuesto, Tom Cruise da el pego, y sobrado, como fostiador y avezado investigador, en un personaje con cierto aire al del insolente policía militar interpretado por John Travolta en ‘Basic’. Por su parte, Rosamund Pike es una abogada que cambiará por siempre su visión de la ley gracias a su encuentro con Reacher y lleva a cabo su papel bastante bien. También cabe citar a Richard Jenkins como el fiscal del distrito y al director Werner Herzog con una aparición especial a lo John Huston en un rol reptiliano muy del gusto del fallecido -y mítico- cineasta. Finalmente, sorpresas con Jai Courtney demostrando que puede dar el pego y un descacharrante Robert Duvall pasándoselo en grande con su rol en el film.

En definitiva: Notable y agradecida recuperación del thriller de los 70s tipo ‘Bullit’ o ‘French Connection’ que, curiosamente, acaba con un clímax final a los 80s y 90s. Contiene, en controladas dosis, la esencia McQuarrie –los que hayan visto ‘Sospechosos Habituales’ y ‘Secuestro infernal’ las detectarán rápidamente- y el aire de producción al estilo Tom Cruise.

-Lo mejor: Es un film con una trama bien hilvanada, una dirección perfectamente llevada a buen puerto por McQuarrie y un héroe duro y sarcástico que se rige por su propio código de honor y que actúa según su propia ley.

-Lo peor: La consabida perorata final del villano... muy predecible.

-Más en: www.cineycine.com