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Voto de Revista Contraste:
5
Drama Precuela de la aclamada serie "Los Soprano", centrada en la juventud del gángster de Nueva Jersey Tony Soprano. El guión de la película ha sido escrito por David Chase, el creador de la serie original de HBO. (FILMAFFINITY)
9 de noviembre de 2021
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si el dicho “segundas partes nunca fueron buenas” se aplicase a una precuela, este sería el ejemplo perfecto. Al menos, esa es la sensación que se queda en el cuerpo después de ver un film de dos horas en las que pasa de todo y, a la vez, nada. Y sorprende, pues normalmente estos productos están destinados a gozar de un éxito similar —aunque pocas veces equiparable— al de su obra de referencia.

Creada por Alan Taylor, Santos criminales echa la vista atrás hasta los años 60 y 70 para revelar cómo fue la infancia y madurez de Tony Soprano, el jefe de la familia criminal DiMeo. Los más nostálgicos recordarán dichos nombres, dado que son los mismos que David Chase ideó y mostró en la serie Los Soprano desde 1999 hasta 2007. Catorce años después, Chase se involucra de nuevo en el mundo de la mafia italoamericana, esta vez como productor y guionista de la cinta.

A pesar de que la promoción de Santos criminales apunte alto con sus expectativas, la realidad está mucho más alejada. El largometraje presenta una variedad de tramas y subtramas que despiertan gran interés en un principio, pero que nunca acaban de desarrollarse al completo; muchas narraciones y ninguna acaba de calar hondo.

Lo mismo sucede con los personajes. Interpretaciones como la de Michael Gandolfini (Tony Soprano) y Vera Farmiga (Livia Soprano) son algunas de las más destacables. Sin embargo, el espectador se encuentra con un relato que no tiene un único protagonista, sino múltiples que van y vienen. De hecho, sorprende el verdadero papel de Tony tras comparar la gran importancia que se le atribuye en el tráiler y el rol casi secundario que finalmente se le otorga.

A quien sí puede verse más a menudo es al tío y referente de Tony, Dickie Moltisanti. Interpretado por Alessandro Nivola, representa el núcleo de la familia y la mafia, de la misma forma que lo hace Tony en Los Soprano. Es, en esencia, un hombre marcado por una rabia incontrolable con la esperanza de obrar buenos actos para compensar la balanza.

Intercalada con la biografía del tío de Tony se encuentra la historia de Harold McBrayer (Leslie Odom Jr.), un miembro negro de la familia DiMeo que pasa de ser el centro de las bromas racistas a convertirse en el mayor rival de Dickie. En este caso, el conflicto entre ambos queda zanjado en las dos horas de película. Además, es a lo largo de esta línea narrativa donde se plasman con cierta similitud las tensiones raciales en Estados Unidos en el momento de la acción.

En síntesis, Santos Criminales es una propuesta que no tiene un motivo claro tras su realización. El intento de desvelar el desarrollo de Tony Soprano se ve manchado por tramas adyacentes que solo consiguen despistar al público.

Quizá, este título que tendría mejor recibimiento si se hubiese presentado en formato miniserie, dedicada a indagar más a fondo en los personajes que marcaron la vida de uno de los mafiosos ficticios más conocidos de los últimos tiempos.

www.contraste.info
Revista Contraste
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