A toro pasado tras haber sido de crío un enganchado a esto, te das cuenta que la serie tiene dos problemas básicos: Está muy muy pero que muy infantilizada respecto a la idea original del juego, que es mas "serio", con otra atmósfera mas adulta y con ese halo místico tan cojonudo que te enganchaba horas y horas con la gameboy, tú solo o echando piques o intercambiando con los colegas. El otro defecto es lo repetitivo de los capítulos( aun asi enganchaba, vaya que no). Y pese a esto la primera temporada es la mejor pero de aqui a Roma... A medida que avanzan las temporadas ya es un hastío y un bodrio insoportable, la única temporada auténtica es esta y quizas las dos siguientes en ciertos episodios. En definitiva una serie muy buena para los niños pero que NO representa al juego ni hace honor a lo que ofrece éste (me refiero claro a las primeras versiones, porque las últimas van de la mano en calidad con sus homónimas televisivas).