Vaya que desastre y chasco me llevé, la portada y la sinopsis me parecieron que vendían bien este bodrío, por tanto decidí llevarla a casa y mirarla en horario estelar pese al disgusto de mi esposa que a regañadientes aceptó mirarla conmigo. Para colmo la cinta estaba doblada por españoles que empeoraron el asunto con su hablar poco entendible y susurrante.
Tanta intriga para nada.