Cuando veo una película biográfica (biopic) siempre termino interesándome más por la historia real del protagonista que por la propia película en cuestión. Normalmente un biopic como en este caso el de Kurt Gerstein, te lleva a investigar sobre las vicisitudes del personaje real, sus méritos, sus miedos, sus contradicciones..., haciendo que la película sea un simple vehículo para el total conocimiento de la verdadera historia.
Lo que quiero decir es que la vida de Kurt Gerstein es una de las más impresionantes de la temática nazi porque siendo un oficial de las SS hubo en él un conflicto interno entre política (el amor a su patria "... despues de la guerra quiero ser un alemán en Alemania") y religión (convicciones morales "...no hay que trabajar para la salvación de tu alma sino para la salvación de tu pueblo").
Dónde está ese debate en los médicos que con una sonrisa gasean a enfermos psiquiátricos en Hadamar dentro del programa AKTION T4, en los oficiales nazis que por la mirilla obserban el horror de la muerte (sólo les preocupaba que el ritmo de exterminio era demasiado lento). Se han convertido en víctimas del sistema, de la destructora mecánica ideológica nazi.
Kurtn Gerstein y el doctor son dos caras de la misma moneda.

SI.
- Cruz svástica roja (manchada de sangre) de la cartelera. Impresionante.
- Los trenes vacios y llenos a lo largo de la película. Demoledor.
- La música que envuelve la película. Un acierto.
- Un ritmo semidocumental. Engancha.
NO
- La historia de R. Fontana. Aburrida.
- Todo lo relacionado con el Vaticano y la jerarquía eclesiástica. Pesado.
- El papel de la mujer de K. Gerstein. Poco desarrollado.

El papel de la iglesia, teniendo conocimiento del exterminio, fué vergonzoso, sólo preocupada por sus propios intereses, el apoyo a Hitler en su lucha contra el comunismo. Su receta contra el holocausto, moderación, paciencia y fe, que ya pediremos perdón.