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España España · Madrid
Voto de Luth:
6
Comedia La vida de Lloyd y Harry, dos amigos de una estupidez supina, es un auténtico desastre. El primero trabaja como chófer de una limousina, y el segundo se dedica a transportar perros. Cuando Lloyd se enamora de una chica de buena posición, que deja olvidado un maletín en el coche, los dos amigos emprenden un viaje por todo el país para devolvérselo. (FILMAFFINITY)
9 de octubre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es curioso el título original en inglés: dumb and dumber (tonto y más tonto), conocida en España como Dos tontos muy tontos. Lo interesante de la traducción comercial española es que iguala en protagonismo a los dos personajes principales del film, interpretados por Jim Carrey y Jeff Daniels. El título en inglés parece especificar que uno de los dos es más tonto que el otro.
Lo cierto es que Lloyd y Harry funcionan toda la película como pareja cómica y es difícil decidir si uno tiene más protagonismo en la historia que el otro. En esta película de los hermanos Farrely (Vaya par de idiotas, Algo pasa con Mary, Yo,yo mismo e Irene, Amor ciego, etc, como se puede comprobar auténticos especialistas en comedias de este estilo) podría resultar engañoso el papel de Jim Carrey, muy en su línea habitual, que es un despliegue de su inacabable histrionismo, gesticulación y verborrea. Actor famoso por estas cualidades, siempre sobrepasando la hipérbole, tiene más momentos estelares que Jeff Daniels, actor prolífico y desde luego mucho menos encasillado que Carrey, capaz de hacer comedias, dramas y lo que le echen, unas veces con más acierto que otras. Sin embargo, tener más presencia en el metraje no significa que su personaje sea más importante que el de Daniels.
La película trata las peripecias de estos dos personajes cuya cualidad básica y omnipresente es su enorme torpeza y poco juicio que les mete constantemente en líos y genera los innumerables gags, algunos muy divertidos, otros demasiado previsibles. Entre los más recordados, cuando Daniels pega su lengua a un poste congelado, las peleas infantiles entre ellos, el periquito muerto para el niño ciego, la escena en el baño público con el camionero "del salero" o cualquiera de los bailes tan "personales" de Carrey, entre otros muchos.

El humor de los Farrely casa a la perfección con la vis cómica de Carrey. Daniels entra con acierto en la pareja protagonista pero, como ya se comentó, no es un "especialista".
Este tipo de humor está basado en el impacto visual (la vestimenta de los dos protagonistas epata constantemente), las situaciones absurdas y surrealistas, una buena dosis de sal gorda, caca, culo, pedo, pis y, sobre todo, malentendidos con otros personajes, casi siempre conflictivos, cuando no, agresivos que provocan escenas tensas pero presuntamente hilarantes.

Cada espectador decidirá si este tipo de humor tan peculiar es de su agrado o no. No hay nada más volátil e impredecible que el sentido del humor.
Objetivamente, la película cumple con las expectativas, está bien contada y da lo que se espera de ella. No engaña a nadie. Que cada cual juzgue.
Luth
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