En 1962 se vio por primera vez en una película a uno de los personajes más famosos de la historia del cine: James Bond. El agente secreto inglés fue llevado al cine, y fue todo un éxito de taquilla haciendo que se creara una de las sagas más importantes del séptimo arte.
Yo reconozco que no soy muy fan de este personaje, y pocas son las películas que me llaman la atención (debo decir que las de Daniel Craig son las que más me han gustado), pero indicar que son unas películas que todo el mundo debe ver (por lo menos alguna).
Sean Connery fue el elegido para interpretar por primera vez a este personaje. Su interpretación se ha convertido en mítica, y muchos la consideran la mejor de todas. Junto a él, la presentación de la primera chica Bond que le correspondió a una desconocida hasta la fecha Ursula Andress. Una interpretación que la catapultó a la fama en todo el mundo.
Yo debo decir que la película no está soportando muy bien el paso de los años. Seguramente en los 60 fuera todo un fenómeno, pero hay que reconocer que actualmente no consigue mantener el ritmo de la misma manera, ni la atención del espectador.
Es cierto que hay que reconocer que cuenta con momentos que siguen funcionando, y la trama está bien llevada y encauzada. El problema es que las escenas de acción y suspense se quedan a medio gas, y no te llegan a meter del todo en el momento que se está viendo.
En fin, nos encontramos ante la primera película de James Bond y eso siempre hay que valorarlo; ya que abrió una saga y nos sacó de los libros de Ian Fleming a su personaje. Un agente secreto que cuenta con unos tics y frases famosas en todo el mundo y por muchas generaciones.