Se trata de la primera película de animación nominada al Oscar a la mejor película. Jamás en la historia del cine había ocurrido este hecho; y que ocurra con un film que es una tercera parte de una saga es para plantear la grandísima calidad con la que cuenta.
Tengo que reconocer que a mi la saga de "Toy Story" me gusta mucho; pero sin lugar a dudas esta es la mejor de todas las hechas hasta la fecha.
Su historia nos presenta ese momento en el que los niños se convierten en adolescentes; y por consiguiente los juguetes se empiezan a quedar en un segundo lado. Unos juguetes que ven peligrar su futuro ya que no disfrutan del cariño de su dueño; y la basura o el abandono son realidades que se ven cada vez más cercanas. Unos hechos que hacen que cada uno de los juguetes intenten encontrar una salida.
La película hay que reconocer que es impresionante. Su guión es muy bueno, ya que cuenta con momentos muy divertidos; pero también con otros que te hacen llorar. Yo reconozco que soy una persona que me emociono con el cine; y en este caso no ha sido una excepción. Este film cuenta con algunas escenas que realmente se te caen las lágrimas por lo que viven los juguetes.
Los personajes son increíbles. Nuevamente uno vuelve a ver a los protagonistas de películas anteriores; y aparecen otros nuevos que aportan un gran poder a la trama que se desarrolla. Juguetes muy reconocibles que todo el mundo hemos tenido de una forma u otra.
Visualmente también la película es muy buena. Pixar vuelve a demostrar el enorme talento que tiene para crear películas de animación; y uno disfruta enormemente con esas imágenes y la forma de dar vida a cada uno de los juguetes. Unas imágenes llenas de color y con gran calidad.
Y es que esta película rompe con todas las reglas de que las siguientes partes de la original siempre son peores. Hay que decir que en esta ocasión es la mejor de todas.
En fin, "Toy Story 3" es una película que enamora y te inunda de emociones. Un film que hipnotiza y te hace recordar esos juguetes que uno tenía en su infancia, y el cariño que se les daba; y sobre todo; ¿qué habrá sido de ellos después de abandonarlos cuando uno es adulto? Las lágrimas están garantizadas.