Película basada en la vida de Rubin "Huracán" Carter que fue un boxeador tremendamente famoso en los años 60, y que fue aspirante al título de los pesos medios, pero que debido al racismo y odio de un policía, tuvo que pasar prácticamente toda su vida en la cárcel por un crimen que no cometió.
El personaje revolucionó a una sociedad en la que muchos famosos como Bob Dylan o Ellen Burstyn apoyaron su inocencia, y abrió un fuerte debate sobre la poca igualdad que tenía la gente de color en esa época.
Denzel Washington da vida a este boxeador que le valió un Globo de Oro y la nominación al Óscar de ese año. Su actuación es brillante, y se introduce fácilmente en la piel de ese hombre agresivo, que año tras año deja de creer en la igualdad entre hombres y siente cierto odio hacia el hombre blanco. Un boxeador que la cárcel le transforma intentando obtener una paz, y cerrándose a creer en la humanidad y en una libertad casi imposible de conseguir.
La película engancha y uno la disfruta muy bien. Uno va descubriendo poco a poco la historia de este hombre inocente, y se va sorprendiendo a la vez que indignando como una sociedad es capaz de arruinar la vida de una persona por propios intereses.
No obstante, indicar que cuenta con algún momento escaso que no resulta tan efectivo como otros. Punto que no impide que uno se entretenga con la historia y enfatice fácilmente.
En fin, película que sorprende y que presenta una historia que en cierto modo no resulta muy conocida. Una historia que engancha y que se disfruta fácilmente, y sin lugar a dudas que emociona. Por supuesto, a ello ayuda la gran actuación de Denzel Washington.