Después de haber visto la cuarta parte de "American Pie" que se aleja de las otras películas con sus actores habituales, y haber comprobado que era una auténtica chorrada; lógicamente no iba a esperar mucho más de esta nueva entrega que sigue la misma estela catastrófica de su predecesora.
Una película destinada únicamente al alquiler o a ser visionada por televisión, nos encontramos ante una historia totalmente prescendible de ser mantenida en la memoria.
En esta quinta entrega se nos narra las vivencias de un chico que quiere perder la virginidad con su novia; la cual es bastante reticente a acostarse con alguien. Debido a las ganas que tiene el chico, la novia decide darle carta libre un fin de semana para que se desahogue y se vaya a una fiesta universitaria que es famosa por su carrera de desnudos.
Con esta trama uno puede imaginarse la calidad de su historia. Aunque lo realmente triste no es que la trama sea soporífera al máximo, sino que salvo un par de escenas que funcionan un poco, el resto es aburrido hasta límites insospechados. Ese par de escenas producen una leve sonrisa, pero uno no suelta una carcajada ya que tampoco están creadas de una manera totalmente efectiva.
Para los que esperen ver una continuación de las míticas películas de "American Pie" que no la vea, ya que lo que uno se va a encontrar es una versión muy barata de la saga, la cual imita muy cutremente esas películas de "Porky's" (ya de por sí bastante olvidables).
En fin, una sucesión de desnudos, escenas de sexo, masturbaciones, borracheras, fiestas, peleas... Todo ello hacen un conjunto al que no se le añade ni una sola pizca de gracia, lo que produce una bola bastante difícil de digerir. Y es verdad que todo eso aparece en otras películas, pero le añaden ese humor que hacen que resulten muy divertidas. Pero aquí parece que ese detalle crucial se les ha olvidado, y únicamente uno desea también olvidar lo que acaba de ver.