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Voto de JuanCádiz:
2
Acción. Thriller Shaun Boswell es un chico que no acaba de encajar en ningún grupo. En el instituto es un solitario, su única conexión con el mundo de indiferencia que le rodea es a través de las carreras ilegales, lo que no le ha convertido en el chico favorito de la policía. Cuando amenazan con encarcelarle, le mandan fuera del país a pasar una temporada con su padre, un militar destinado en Japón, que vive en un diminuto piso en un barrio barato de ... [+]
3 de febrero de 2009
56 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bochornosa tercera entrega en la que queda patente el poco interés por convencer a una gran mayoría, centrando única y exclusivamente el producto a aquellos quinceañeros ansiosos por cumplir los dieciocho para poder manejar sus propios carros tuneados al son del hip hop.

Resulta que como el chaval que aquí sale es un bala perdida con esto de las carreras ilegales, la madre lo manda al Japón (nada menos). Y justo al primer sitio de Tokio a donde va a parar (como si en todos los barrios del mundo fuese lo normal) se montan carreras ilegales con coches valorados en billones de euros. El hecho de que él no tenga allí vehículo es lo de menos, ya que un mafieta japonés con el que jamás ha cruzado palabra le regalará las llaves del suyo. Así por las buenas. Y si lo destroza no pasa nada, le regala otro al siguiente día.

Mucha música rapera, muchas tías con generoso escote dando la salida, apuestas entre los participantes en el que el premio es la novia, y aun queda lo mejor; la auténtica mafia japonesa comprometiéndose a ceder la zona (a cambio de nada) al primer niñato extranjero que se lo apueste en la carrera. Como si no tuviesen otros asuntos ilegales más importantes a los que acudir.

Aparte de unas competiciones (bastante flojas visualmente) "Tokyo Race" no ofrece absolutamente nada de nada. En serio, después de verla me siento avergonzado por la elevada nota que di a su primera parte.
JuanCádiz
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