...Simplemente decir que esta película (una genialidad brillantemente surrealista, pero que no renuncia al sentido y a reflejar satíricamente el caracter del redil humano) me ha hecho apreciar el verdadero valor del cine, que está por encima de cualquier trama narrativa por elaborado que sea, que va más allá del mero entretener, y es la capacidad de emocionar. "Amanece que no es poco" lo consigue a través del que quizá sea el mayor bien humano, la risa. Una risa que apenas concede tregua y que, aun corriendo el riesgo de caer en tópicos, nos hace sentir realmente bien. En definitiva: reir, que no es poco.