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Voto de David Dunn:
6
Drama. Comedia. Intriga Estado de Nueva York, años setenta. Irving Rosenfeld (Christian Bale), un brillante estafador, y su inteligente y seductora compañera Sydney Prosser (Amy Adams) se ven obligados a trabajar para un tempestuoso agente del FBI, Richie DiMaso (Bradley Cooper), que sin querer los arrastra al peligroso mundo de la política y la mafia de Nueva Jersey. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con La Gran Estafa Americana (2013) el cineasta neoyorquino David O. Russell intenta expandir los límites de la comedia romántica tipo screwball mediante la inclusión de una trama policial como telón de fondo. Una trama, presentada con un estilo que bebe directamente del mejor Scorsese, donde mafiosos, políticos corruptos, agentes del FBI y estafadores entrelazan sus destinos.

Pero no os dejéis engañar, estos elementos no pasarán de ser meros aderezos, ecos, para una comedia de relaciones donde Russell reflexiona acerca de el lado oscuro del sueño americano, la diferencia entre lo que uno es y lo que querría ser y la grisura moral. Un filme hábilmente sostenido por sus diálogos ágiles e ingeniosos.

Además de estos diálogos, la labor del elenco actoral y la banda sonora constituyen las bazas más potentes de La Gran Estafa Americana. Los actores principales realizan un trabajo muy notable, consiguiendo que Bradley Cooper, el más limitado del conjunto, ni siquiera desentone. Mientras que el acompañamiento musical, compuesto por una acertada selección de clásicos del jazz, R&B, pop/rock y disco, provee a la película de unos cuantos momentazos.

Sin embargo, no nos encontramos ante una gran película, a pesar de sus virtudes. Quizá el remate buenrollista, tan cercano a esa corriente de autoayuda que el director criticaba en trabajos anteriores, o lo sobre-explicado de algunas cuestiones temáticas posean parte de culpa. Aunque la carencia de elementos verdaderamente memorables, más allá de la talentosa Jennifer Lawrence, se antoja un problema más grave. Así, La Gran Estafa Americana ofrece dos horas y pico de entretenimiento sin caídas graves de ritmo. Pero se trata de un entretenimiento, a todas luces, vaporoso.
David Dunn
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