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España España · Santa Cruz de Tenerife
Voto de Travisloock:
9
Comedia. Drama Amelie no es una chica como las demás. Ha visto a su pez de colores deslizarse hacia las alcantarillas municipales, a su madre morir en la plaza de Nôtre-Dame y a su padre dedicar todo su afecto a un gnomo de jardín. De repente, a los veintidós años, descubre su objetivo en la vida: arreglar la vida de los demás. A partir de entonces, inventa toda clase de estrategias para intervenir en los asuntos de los demás: su portera, que se pasa ... [+]
12 de noviembre de 2009
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos nos hemos topado con las típicas señoras mayores que pululan por los supermercados y se quieren colar en la charcutería. Siempre lo intentan de la misma manera. Se acercan lo más posible a la vidriera del mostrador y se van arrimando poco a poco a la otra señora a la que están despachando. Si van con una hermana, o prima, o amiga, este procedimiento lo hacen sincronizadas, como si fuera un acuerdo tácito que ni tienen que comentar entre sí: antes de ponerse a la faena, salen de casa creyendo que les tienen que ceder el sitio en el autobús y que les tienen que dejar primero en la cola de los establecimientos, que es un derecho que tienen ellas porque sí, olvidándose de las tiritas rosadas y el contador electrónico. Además no es para 100 gr. de jamón cocido y otro tanto de queso de plato, no; empiezan con lomo embuchado, mortadela, salami, etc,…dejando siempre para el final, cuando ya uno cree que va a poder comprar la única cosa que necesita, el maldito queso fresco…siempre el maldito queso fresco. ¿No les ha pasado?. ¿Ya está, señora?, le pregunta la dependienta. Ahhh, y ponme un poquito de queso blanco, replican. ¿Está muy fresco?, el del otro día estaba un poco curado. Otras veces, cuando hablan con su acompañante de que tienen la mañana relajada y con tiempo, parece que se acuerdan perfectamente de los que están detrás de ellas sin lamer el cristal del mostrador. No, el muchacho (algunas tienen la desfachatez de llamarme señor, o caballero si son de pueblo) ya estaba cuando llegamos nosotras, dicen.

Son unas frescas, ¿verdad?. Sí, yo también pienso igual.

Uno no dice nada y en cierta manera las comprende. Quizás fueron en su juventud muchachas atrevidas, simpatiquísimas y pizpiretas; caraduras, pero muy bonitas y graciosas. Quizás soltaran frases como “sonríe, es gratis”, o acaso repitieran como frase tántrica otra eslogan similar de su época; Chica ye-ye, o lo que tocara.

Uno se calla…. Pero cuesta tanto ver a las pasadas “Amelie” tras ese maquillaje, esos cuatro pelos permanentados y ese traje chillón verde lima.

Anexo para validores:
Lo que comento, entre otras cosas, es que la película en su momento me gustó mucho; sospechó, eso sí, que no sea una película que aguante el paso del tiempo. Cámbiese maquillaje, por efectos especiales, traje chillón, por el cromático abigarrado del film, que me pareció muy vistoso en su momento, pero que no sé si me seducirá tanto en futuras revisiones.
Travisloock
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