A ver: plano fijo, un minuto (y gracias) en donde un animal es ejecutado por una descarga eléctrica para, justamente, comprobar que podía ser ejecutado por una descarga eléctrica. El inventor de esta charada inhumana es, justamente, un sujeto que de humano tenía poco. Edison es el primer gran comerciante del capitalismo y, como tal, pone a su servicio toda la gran cantidad de recursos posibles en pro del avance tecnológico en desmedro de la naturaleza. Como testimonio es una prueba irrefutable de que el átomo no se descubrió por amor a la ciencia y de que si la pólvora se inventó antes que la tinta...pues por algo és. Todo tiene su trágico sentido.

Edison es partícipe indirecto del Tsunami, del calentamiento global y de la deforestación. La naturaleza no como fin sino como medio para el "avance humano". Él debía ser rotundo e inequívoco: debía matar a un ser del tamaño de un elefante y corroborar el poder de la electricidad. Él no podía contentarse con quemar, por ejemplo, un pedazo de trapo sucio mediante una descarga eléctrica. Hubiera sido demasiado poco para él, que al margen de su visión comercial siempre dejó en claro que, como humano, era poca persona.