Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Juan Rúas:
6
Terror Trish Jenner (Gina Philips) y su hermano menor Derry (Justin Long) cruzan los Estados Unidos en coche, en un viaje largo y aburrido cuya monotonía sólo se rompe por sus continuas discusiones. De pronto, en mitad de ninguna parte, descubren una iglesia abandonada cuyo tejado está cubierto por una espesa bandada de cuervos y ven como un misterioso personaje arroja un bulto al interior de una gran boca del alcantarillado. A partir de ese ... [+]
21 de diciembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
O vivimos del terror, o lo consumimos. La diferencia puede apreciarse cuando un director pone su pasta en el asador. Agudizas la vista y notas hacia donde pretendió encaminarse.

Jeepers bebe del módelo clásico. Es agradablemente anacrónica y se salva porque el terror, para ella, es un motivo de culto fanático y nostálgico. Se lastra en los nuevos productos y larga algo muy personal que si no es perfecto, sí es digno de respeto. Contiene sus delirios implícitos y les da vida porque se los toma en serio. Sin cerrar todos los cabos sueltos se nota el intento honesto de construir algo bueno. Y cuando se huele la honestidad, al margen del resultado final el espectador ya se predispone de otra manera; ve la peli con los mismos ojos con que la peli se ve a sí misma.

El tema de la mirada ocupa el primer plano. Finalmente esos ojos como huevos duros de uno de los protas realinean el sentido final de la peli hacia una dirección impensada. Quizás ciertas cosas no deben verse: o te verán como a un bicho raro (todos los del pueblo), o te subestimarán, como hicieron con la vidente. La misma vidente equivocó su postura, en un error que tiene más de sorpresivo que de coherente.

Al mirar las formas descubrimos en Jeepers un homenaje a los clásicos de otros autores. Un cine clásico que no quiere morir. Su desprolijidad final a la hora de exponer las peripecias argumentales indican una falta de atención en determinados factores en desmedro de la obsesividad detallística por exponer otros. Su balance final es aceptable, un tanto apagado pero con un brillo incierto que quizás proviene de la pasión que se tuvo al realizarla.
Juan Rúas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow