Intente darle una oportunidad más a esta película, así que la volví a ver, ya lejos de las premiaciones y las críticas, pero me pareció nuevamente lo mismo; demasiado artificiosa, pretenciosa y manipuladora, los juegos con el argumento son absurdos, las escenas que quieren apelar al sentimentalismo y autocrítica suceden de manera inverosímil, la banda sonora es excesiva, tanto que parece de una película hindú (de esas lacrimógenas), no creó que sea una representación de la "realidad", he visto más profundidad en personajes y diálogos de películas western que en esta; es cierto que Don Cheadle es un buen actor, pero acá se le desperdicia, en los demás el director permite que afloren sus más grandes limitaciones, ah, claro no se le debe restar mérito a la edición que se hizo, un magnífico trabajo con esta patraña; se que ha muchos le gusta, por lo que no pretendo ofender a nadie, sólo es una simple y sencilla opinión personal:
Que Paul Haggis aprenda de Clint Eastwood lo que es hacer una obra maestra (Sin perdón);
realizar una excelente dirección de actores, seleccionar un guión perfecto, mantener un excelente ritmo narrativo; es decir conmover y emocionar con una cinta muy bien contada, que sin la nesecidad de artilugios artificiosos y por demás engañosos, nos recuerda lo ambiguos que somos los seres humanos.