InDigNaAaAaAaAaAaAaAaAaArRrGgHhJjjJJjJJjjjJ!!! ¿¡Pero cómo se puede hacer una basura como esta y quedarse tan tranquilo el director?! Lo que podía haber sido una buena trilogía se convierte en una irregular trilogía por culpa de esta película. Aquí ya no queda nada de las dos primeras: ni actores, ni personajes… ni siquiera el asesino es el mismo, y eso es lo que más jode (bueno, el asesino va vestido igual que en las anteriores pero no es Ben Willis). Esta cutrada es casi un remake de la primera parte, pero mucho peor. La verdad es que no empieza mal (exceptuando la escena en la que un tío huye del asesino en…¡¡MONOPATÍN!! JAJAJAJA, patético), pero no hay asesinatos fuertes hasta el final (y luego no son tantos) y se hace larguilla. Los actores son espantosos, los efectos especiales (pero qué digo… si no tiene) de vergüenza ajena y el asesino es, es… ¡¡¡UN ZOMBIE!!! JUAJUAJUAJUA. Si siguen haciendo secuelas así, nos colarán que el asesino del garfio es descendiente de Satán, JAJAJA. ¡Ahórrate este crimen de película!