La comedia es una más de las que usan la cocina de autor como tema de fondo y no la única que sacraliza paródicamente la guía Michelin, idolatrando sus opiniones como si fueran la biblia. Está claro que las escenas de preparación de los platos han contado con expertos asesores culinarios. Pero esto no es el fondo del argumento. El precioso enclave del restaurante privilegiado de la costa azul es sólo un entorno donde florece una historia en trío de afectos, rivalidades y amistad que va de buen rollo, con una gran carga de ironía. Película recomendable para los amantes de la buena cocina y del cine francés en general. Los que prefieran las hamburguesas del Mc Donalds y el estilo de las comedias de Holliwood, absténganse.