Woody Allen continúa su tour europeo y en esta ocasión nos presenta a la Città Eterna, la encantadora e histórica ciudad es el escenario de cuatro historias que presenta esta película, de seguro alguna más fuerte que otra, o más atractiva de otra.

Hacer un análisis de cada trama resulta bastante tedioso, por lo que hablare en términos generales de los temas que se presentan en la obra: la infidelidad está presente a lo largo de la película, se da para bien o para mal en un par de historias.

La fama que puede ser tan superflua como elocuente, atractiva pero repulsiva a la vez, el amor sincero e innato que se puede ver trastornado, el valor de la amistad, la “chispa” sexual que puede tener alguna persona y ese don que las personas tienen solo para ellos.

Lo más flojo aquí es que algunas de las historias no tienen razón de ser, por ejemplo el caso de la parte de Roberto Benigni, muy divertida pero sin sentido. Otro punto es que una de las tramas se divide en dos haciendo aún más amplio el film.

Evidentemente está multiplicidad de tramas hace que alguna le robe tiempo a otras, por momentos también se vuelve repetitiva (la chica perdida en Roma o el cantante de ópera presentando su obra).

Lo mejor algunos enredos conflictivos que se presentan, el mítico personaje de Alec Baldwin y que sin duda alguna, es genial ver actuando aún de una forma tan ágil a Woody Allen. Debo admitir que si disfrute de la película a pesar de no ser la mejor obra del realizador neoyorquino.