Partiendo de que este largometraje tiene como punto de partida un cortometraje y de los resultados en el cine de films que parten de un corto, la diferencia es clara.

Puede parecer lo contrario pero muchos de los casos, el experimento acaba fallando en la translación de corto a film. Ejemplos como el de "Mama" (2013) son evidentes, donde podíamos ver un genial cortometraje de terror, bien realizado. Cual fue el problema? Darle más trasfondo a esa idea preconcebida en un corto. En el caso de "Whiplash", el cambio de formato es posible dado que su premisa es tan básica y potente de por si. Alumno contra profesor, héroe contra villano. El elemento potente de la acción ese diálogo de aprendizaje (mezclado con tortura psicológica y un tanto física) entre el maestro y el alumno con aspiraciones de prodigio.

No hay que desmerecer el trabajo del director, puesto que siempre es importante el toque que le puede dar un director a otro. Chazelle cumple de forma magistral, con una carrera que no hace más que comenzar.

Aunque el elemento más destacado dentro del cuerpo fílmico de "Whiplash" es el montaje, elemento que habla por si solo. Es verdad que las escenas entre el profesor y alumno son mayoritarias y que el trabajo de J.K. Simons como el de Miles Teller son colosales (sobretodo el del primero). Pero la tensión constante en las escenas, vienen de la mano del montaje ya mencionado. Ejemplos de montaje bien elaborado, los podemos encontrar en la escena con los tres alumnos de batería del grupo y el final.

Creo y lo hago desde el punto de vista más personal que no hay mejor film que trate el jazz de tal forma. Como he dicho, son gustos personales y su objetividad finaliza cuando pasan a tal personalidad.

"Whiplash" es un trabajo con amor, intenso y entretenido. No ha de envidiar a Birdman, Boyhood, entre otras películas del año pasado.