Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Alejandro Rubio:
7
Animación. Aventuras. Comedia Un año después de los acontecimientos narrados en "Buscando a Nemo", Dory vive apaciblemente con Marlin y su hijo Nemo. Pero durante un viaje para ver cómo las mantarrayas migran de vuelta a casa, los problemas de memoria de Dory parecen desaparecer durante un segundo: recuerda que tiene una familia e inmediatamente decide emprender viaje para reencontrarse con sus padres, a los que perdió hace años. (FILMAFFINITY)
30 de diciembre de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Disney Pixar está de vuelta. Tras 13 años, “Buscando a Dory” vuelve a traer a la gran pantalla a los animales marinos más famosos del mundo de animación: Nemo, Marlin y Dory. Siendo la primera parte una de las películas animadas más aclamadas por la crítica, “Buscando a Dory” cuenta con la dificultad de alcanzar un listón excesivamente alto. ¿Lo conseguirá?


Si un personaje secundario de animación consiguió hacerse con el cariño de todo el público, ese es, sin lugar a dudas, Dory. El pez más olvidadizo de la historia hipnotizó a toda una generación (tanto infantil como adulta) gracias a sus destornillantes momentos junto a Marlin en 2003. Ahora, Pixar ha decidido ascender de categoría al personaje, convirtiéndolo en protagonista absoluto de un metraje de 100 minutos de duración. Por suerte, Pixar pocas veces decepciona. “Buscando a Dory” vuelve a funcionar de maravilla.

Muchos son los casos de personajes secundarios que no supieron soportar el peso de una película dedicada al 100% a sí mismos. Por poner varios ejemplos, de compañías distintas a Disney, Universal lo intentó el año pasado con “Los Minions”, segunda película de animación más taquillera de la historia. El resultado fue una película para niños de no más de seis años, provocando un aburrimiento casi denunciable en cualquier espectador que había disfrutado de “Gru, Mi Villano Favorito”. Dreamworks también hizo su gran despropósito, ofreciendo un insufrible spin-off de “Shrek” con “El Gato con Botas”. #NEXT.

“Buscando a Dory” supone un precioso recuerdo a la infancia para todo aquel que disfrutó siendo un enano de las divertidas aventuras de “Buscando a Nemo”. Todo esto dotado de una calidad visual inmejorable, ofreciendo al espectador una profundidad en el escenario con la que seremos incapaces de apartar la mirada por un segundo. Sin lugar a dudas, el mayor punto a favor para todo aquel que haya nacido en los 90s, y un gran acierto por parte de Disney Pixar, que decide esperar un largo periodo de tiempo entre secuela y secuela (“Toy Story”, “Los Increíbles”…). Después encontramos el extraño caso de “Cars”, pero a mi me gusta pensar que esa película no es ni siquiera de Disney.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. A pesar de que su guión presenta una estructuración envidiable, los nuevos personajes no son capaces de hacer sombra a ninguno de los ya conocidos. El pulpo Hank no es tan divertido como nos intentan hacer creer en los trailers y en los pósters promocionales, al igual que es imposible empatizar con los padres de Dory, Destiny o Bailey. Además, todos los problemas ocurrentes presentan una solución de una manera excesivamente frenética, siendo imposible adentrarse en la historia de un modo completo. Es por eso por lo que el guión de “Buscando a Dory” presenta una flacidez muy destacable con respecto al de “Buscando a Nemo”. ¿Pero qué hubiese pasado si la cinta recién estrenada no fuese una secuela? ¿Estaríamos ante una nueva obra maestra si “Dory” no fuese una secuela? Todo apunta a que no.

La doble lectura tan característica en las cintas de Disney Pixar desaparece casi por completo. Existe una reducción muy notable de guiños orientados a los padres de los niños de la sala, convirtiendo esta nueva cinta en una menos disfrutable que “Nemo”. Sin embargo, “Buscando a Dory” sigue perteneciendo al género familiar y no al género infantil, ya que la comedia en la que se apoya la cinta no se basa en “caca-culo-pedo-pis“.

En definitiva, “Buscando a Dory” es un nuevo acierto por parte de Pixar que, a pesar de no lograr un resultado tan magistral como “Up”, “Del Revés” o “Toy Story”, supone una experiencia inolvidable para todo aquel que haya disfrutado de las aventuras de Nemo en 2003.

Nota: 7,25 / 10
Alejandro Rubio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow