Sin duda alguna, nos encontramos con una de las mejores películas de animación para adultos de la historia del cine. Proviene de un director prácticamente inédito, Ari Folman, de una cinematografía israelí, que junto a la producción alemana-francesa, ha hecho posible una obra de gran calado artístico e intelectual.
Es desbordante en la calidad de la animación, con imágenes realmente bellas, y es un golpe en la mandíbula a los horrores de la guerra (no sólo la del conflicto que narra), y las marcas que deja en la cabeza de los participantes en las mismas y las ramificaciones que perpetúa en las sociedades actuales.
Estamos ante un film grandioso y onírico, que comienza con una pesadilla y termina con una realidad inquietante y devastadora. Un viaje oscuro al cerebro de los personajes, a través, de una calidad en los dibujos sorprendente y poética, a la vez, que siniestra... En pocas palabras... El Horror.
¡Ah!, otra cosa más. No sé como no ganó el Oscar a mejor película extranjera. Se lo llevó una japonesa que no he visionado, pero tendría que ser algo extratosférico para superar a esta Vals con Bashir. No lo creo.