El recurso omnisciente de Altman consigue subyugarnos al presentarnos las vidas anónimas de personas dispares en una gran ciudad que dentro del anonimato de sus vidas cruzan sus destinos de alguna manera en algún punto. La red resultante de ese tejido de vidas nos aproxima la idea de que somos seres en apariencia inconexos pero sutilmente relacionados a vista de pájaro, como un narrador omnisciente de una novela podría contarnos. El resultado es una buena película que pretende reflejar la gran película conformada por las vidas cotidianas de las grandes urbes.