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España España · Iguana
Voto de BrunoLD:
8
Thriller. Acción Rikuo Ishimatsu es un friegaplatos huraño y sin amigos. Un buen día, unos Yakuza entran a sangre y fuego en el restaurante donde trabaja para acabar con la vida de un capo mafioso rival. La brutal e inesperada intervención de Rikuo salva la vida del jefe Yakuza, que le jura eterno agradecimiento y hace que suba posiciones en el escalafón criminal de Tokio. Su falta de escrúpulos y su sed de sangre le harán pronto famoso y temido tanto ... [+]
4 de diciembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi opinión esta especie de remake es superior a la original de Fukasaku, Miike cambia el tremendismo de aquella por un extraño romanticismo, acentuado por ese tema principal de jazz. Una pena que en algunos momentos pierda ese tono, esa elegancia que se vio en “Agitator” y que aquí va y viene.

Gran interpretación de Goro Kishitani (Rikuo Ishimatsu), sobre su personaje es muy interesante lo que comentaron Miike y Kishitani en unas entrevistas. Miike dijo que al ver a Kishitani con el cardado ese típico y las cejas afeitadas se dio cuenta que la cosa ya prometía. Puede parecer una tontería y que Miike insista tanto en el tema, pero no lo es, es algo fundamental en estos tiempos en los que decía que los actores que interpretan a yakuzas quieren aparecer bien peinaditos y sin rasgos distintivos, no vaya a ser que en agencia les encasillen en ese tipo de personajes o puedan causar mala impresión. Pues es lo que hay si uno quiere mantener una pureza que se rompe, como aquí ya ha pasado en el cine de barriada que pasó de tener al Pirri, Torete y compañía a mantenerse hace una década con Ballesta a lo que hay ahora, un pardillo como Mario Casas interpretando a supuestos “macarras”, la creación de un mundo y unos personajes irreales que a nadie le escaman porque ya han crecido acostumbrados a películas relacionadas con el crimen dirigidas por fantasmas como Tarantino que no han salido del videoclub en su vida.

Sobre eso también habló Kishitani; a la hora de crear a su personaje su principal preocupación fue la de comportarse según lo que para ese personaje sería normal y no lo que sería normal para alguien fuera de ese mundo, cruzar esa línea que la gente considera normal para que su personaje fuera real. Al leer el guion dijo que nada de lo que hacía Ishimatsu parecía tener sentido y que tuvo que buscarselo, ahí está la clave, cuando creas personajes realistas como los de las películas de Miike, De Niro en “New York, New York”, “Accattone” de Pasolini, o personajes del cine de David Lynch o Abel Ferrara, sabes que ni los personajes van a caer simpáticos al público ni les van a parecer creíbles, porque lo que conocen de esa realidad lo han conocido a través de un cine falso creado por personas que también la desconocen.

Luego esto no significa que la interpretación de Kishitani sea extraordinaria, simplemente que es de agradecer que se plantease todas estas cosas antes de interpretar su papel, en lugar de dejarse llevar por los códigos facilones que cualquier actor conoce.

Gran película, especialmente por una atmósfera y unos momentos muy logrados, una pena sus altibajos.
BrunoLD
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