Una gran parte de la película el espectador tiene la sensación de estar viendo una pintura animada. Esto se debe a la más que excelente fotografía.
En la parte técnica es casi imposible reprocharle nada a la película. El vestuario, decorados, banda sonora y sonido son sencillamente exquisitos, cuidados hasta el mínimo detalle.
Pero, el guión se construye sobre una trama sencilla, pero estable, pero pierde el ritmo porque los personajes tampoco tienen mayor transcendencia y llegados a un punto parece como si la película no avanzara e incluso acaba teniendo ciertas lagunas.
Tiene un gran reparto que hace parecer a los personajes más de lo que son,destacando a Scarlett Johansson y a Colin Firth.
En resumen, se podría catalogar a esta película como un agradable cuadro cinematográfico.