He de decir que la película aún no se ha estrenado, en el momento en que redacto esta crítica, pero conozco a gente cercana al rodaje y sobre todo a Manuela Vellés y me han hablado muy bien de la cinta, además he tenido acceso, por fortuna y algo de casualidad, a su visionado.
No es, a mi enteder, el mejor producto de Médem, pero mantiene el tipo con creces, no decepciona y el tratamiento del tema es muy personal y nada falto de originalidad.
Eso si, parece que con el tiempo este notable director se va alejando poco a poco del surrealismo que tanto le caracterizaba y que daba ese toque tan magnético a sus películas. Desde luego el sello Médem es innegable, así que no se preocupen los fans porque tienen entre sus manos otra buena obra.
Parece que con Manuela estamos ante uno de los descubrimientos del director, su nueva musa, por decirlo así, de manera que es probable que la volvamos a ver trabajando con él, desde luego personalmente me parece que en la obra esta soberbia.
Si yo fuese un aficcionado al cine de Médem, que lo soy, no me la perderia, merece mucho la pena.