Ese cuerpo vale un 10, y alguna escena pone cardiaco. La peli en sí es un cero como un camión, pero qué quieren que les diga, vean ese cuerpo de Dª Elizabeth Berkley y después diganme si no querrían verlo dos veces. Las cosas, como son.
La dirección, ausente. Los diálogos, ridículos. Demonios, incluso alguna escena subidita es patética (la de la piscina, concretamente), y ver al agente Cooper con ese flequillo y esa sonrisa de palurdo da hasta grima, pero bueno, qué le vamos a hacer... ¡ah, y Gina Gershon! ¿Cómo podría olvidarme de esa dama tan rockera? En fin, película para vouyeurs onanistas e hijos descarriados de los 90.