Después de ver los dos primeros capítulos y si todos siguen la misma línea, que todo apunta a que sí, se puede decir que estamos ante un producto de calidad, sencillo pero de calidad. Viendo el primer episodio, se demuestra una vez más, que para hacer buen cine de terror no hacen falta presupuestos desorbitados ni efectos especiales mágicos. La historia es sencilla, hasta cierto punto previsible, no es, ni un argumento ni muy rico, ni por supuesto enrevesado, ni siquiera novedoso, pero se nota que hay un buen trabajo detrás. La corta duración del capítulo impide que hayan; ni subtramas, ni diálogos de relleno, ni personajes irrelevantes. Con cuarenta minutos para contar una historia hay que ir al grano, y eso se agradece. Sin duda un producto muy recomendable. En otro orden de cosas, en un mundo y con una sociedad de usar y tirar y que quiere hacerlo todo deprisa y corriendo, me parece muy acertado el formato de colgar solo dos capítulos diarios, creo que de esa forma, bien dosificado, se disfruta más y mejor de las buenas series, que devorando una temporada entera en un día como si no hubiera un mañana.