Segunda entrega de la particular versión de Rob Zombie sobre Michael Myers, una segunda entrega que se estrenó dos años después de la primera, un remake entretenido que deambula entre contar una historia novedosa sobre sus orígenes y contar lo mismo en su segunda parte y que ahora Rob Zombie ha hecho una secuela que para mi supera a la anterior suya y es la entrega más sangrienta de todas, que se cuela para mí en el top 3 de la saga “Halloween” después de solamente las dos primeras entregas originales.
Esta secuela de Rob Zombie ofrece lo que cualquier fan de la saga y del terror slasher quiere ver, uno: que Michael Myers acojone y dos: que haya mucha sangre y vísceras, algo que aquí Rob Zombie cumple las dos cosas eficientemente, con unos primeros más de 20 minutos sensacionales, realizando un contínuo baño de sangre y de terror con un ambiente de terror muy bien logrado y aunque es cierto que la película después ha tenido algún que otro altibajo (como los extraños sueños que tiene Laurie y Michael) y alguna que otra escena de relleno algo teen, la película ha mantenido el nivel de violencia que pedimos a películas como estas, con unas buenas e inquietantes apariciones de Michael y unas escenas de violencia con sangre muy buenas, de lo mejor de toda la saga sin duda, algo que le pedí en la anterior película suya, esa dosis de violencia que se distinga de las anteriores, logrando un buen ambiente de terror, de noche, lloviendo y siempre logrando que la cámara esté donde tiene que estar, con un final quizás algo light pero eficiente.
Logrando que Rob Zombie haya hecho una mini saga bastante llamativa, quizás no tanto su primera, con pequeñas dosis de sangre y una segunda parte copiando a la original, esta segunda parte consigue que el espectador de nuevo sienta verdaderamente miedo con Michael Myers, realizando una película con un gran ritmo, muchas apariciones, un gran ambiente de terror bien rodado y bastantes escenas violentas con sus dosis de gore que gustan en este tipo de temática como son los slashers, obviamente tiene sus contras, como las pesadas pesadillas de Michael y de Laurie, algunas escenas de relleno teen o que básicamente veamos lo mismo: ver cómo asesina uno por uno a sus víctimas, pero está hecha con tanta sangre, tanta violencia y tan buen ritmo con un gran ambiente de terror, que es después de las dos primeras películas, la mejor entrega de la saga.