Se nota que Ang Lee quería hacer algo grande. Y sin duda, se trata de algo grande, pero no de una gran película, por desgracia. Si bien es cierto que visualmente raya bastante alto, su desarrollo no mantiene el mismo nivel.
Y es que una historia aparentemente sencilla, de superación, una lección de vida podríamos decir, la historia de la vida de Pi, va tomando un cariz demasiado plomizo en su trayecto final. Si Lee nos pone en situación con un interesante prólogo y no llega a entrar con el plato fuerte hasta pasada la media hora, quizá podría exigírsele que terminara el espectáculo con algo más de garra (a ser posible de tigre, que vendría al pelo).

Y es que La vida de Pi visualmente es magnífica, posee una potente fotografía, unos cuidados efectos, un tigre absolutamente real, unos tramos "marinos" espectaculares para disfrutar en una pantalla grande, y un desarrollo adecuado aunque algo pasado de metraje, pero lo más alarmante es el mensaje pseudo religioso que su poso deja al final, así como alguna escena sobrante. Personalmente, (como personales son las críticas) todo ese panfleto religioso me sobra al final, aunque bien es cierto que estando basada en una novela, es plausible que tuviese que ser fiel a la misma. Sin embargo, La curiosa y trepidante vida de este joven indio se me quedó sólo en interesante, Quizá esperaba otro final, quizá tampoco esperaba tanto trasfondo religioso, que termina por lastrar el resultado. El caso es que Ang Lee consiguió emocionarme mucho más con aquella joya llamada Brokeback Mountain años atrás, que con las peripecias del joven hindú multicreyente.

Ang Lee filma una película técnicamente impecable, y eso sí hay que remarcarlo. Una fastuosa poesía visual se apodera del film tras una media hora que bien sirve para ponernos en situación, y dar lugar a unas escenas y una fotografía dignas de premio. De hecho, es más que probable que en este aspecto arrase en los Oscar. El mensaje final es harina de otro costal, y se deja decidir al espectador. En mi caso, todo el aspecto religioso es prescindible. La relación entre el joven y el tigre podría haber sido más fructífera también, pero recordemos que aparentemente Lee se basa en un libro, y desconozco el rigor con que lo hace.

La vida de Pi raya a gran nivel visualmente y eso es incontestable. La historia que se nos cuenta es un reto de superación original en su propuesta y puesta en escena. Lástima que el subtexto que contiene la haga perder enteros, porque Ang Lee tenía recursos para haber conseguido una película memorable, y de hecho ya lo hizo con anterioridad.


A pesar de ello, recomiendo el visionado por ser fascinante visualmente, y por ser una historia digna de verse. Y como su protagonista dice, de vosotros depende con qué historia quedaros.