Como dice otro compañero por ahí, John McClane no duraría ni media hora por aquí. Y yo, añado el título de mi crítica para completar esa afirmación. Desde lejanas tierras indonesas nos llega esta cinta de acción sin tregua encabezada por un reparto absolutamente desconocido, lo cual se agradece, para instalarse definitivamente como uno de los títulos de acción a tener en cuenta. Y es que Redada asesina, rebautizada para no perder la costumbre por aquí, ofrece un frenético viaje a un edificio regentado por un jefe mafioso desde los ojos de un grupo policial de élite. A partir de aquí, la incursión lógicamente se complica. En cristiano, señores: veremos galletas de todos los colores y sabores, sin excepción. Una deliciosa combinación de patadas, rodillazos, codazos, machetazos y disparos como postre de la casa. Presentado con sombrillita incluída.

Aquí radica su punto fuerte. No engaña, no miente. Es tremendamente trepidante y no deja respiro. Las secuencias de acción brillan tanto por su cuidada coreografía como por su crudeza. Gareth Evans no se corta a la hora de mostrar las muertes más crueles, o la sangre salpicando la pantalla. Acción de la vieja escuela sin caras conocidas para una cinta desapercibida totalmente, tanto en nuestro país como por sus salas. Sin duda, hará las delicias de los aficionados al género, y yo personalmente la he disfrutado enormemente.

Cuando crees que ya no pueden superarse, hay otra escena más que te desencaja la cara. Cuando crees que han llegado al tope, la secuencia siguiente llega aún más arriba. Ese es el gran mérito de The Raid. Disfrutable de principio a fin como cinta de acción sin complejos que es, imprescindible su visionado SIN gafas de pasta (Yo me quito las mías) para ser todo lo objetivo que se pueda. Esto es acción de la buena. Es decir, los amantes del cine iraní o polaco, de dramas profundos y variados enfoques, así como los amantes de Lynch, abstenerse. Los que disfrutaron con cintas como "Ong Bak" de Prachya Pinkaew, o "Chocolate" así como diversas cintas de acción de factura asiática, la encontrarán imprescindible.

Una ensalada de tiros y artes marciales fastuosamente necesaria para desconectar un poco de crisis, política, y esas cosas que inundan nuestra vida diaria a la fuerza. No se la pierdan.