La película es de 2013, año en que concluyó el proyecto, pero llevaba varios años dando tumbos desde el proyecto inicial. La conclusión del proyecto es que no hay director, ni jefe de montaje, ni un guión coherente, ni dirección de actores. Solo se salvan algunos momentos que nos hacen sonreír, pero que son aislados dentro de la estructura general de la película. Añado también la interpretación de Mario Casas en los últimos 15 minutos, siendo un proyecto anterior a tener una fama como actor que sinceramente no entiendo. Yo no me explico como Mario Casas y María Valverde cambian su acento para hacerse pasar por andaluces, pero en este caso no hay quien les entienda y creo que se hubiera necesitado subtítulos porque hay frases en donde no se que están diciendo.
La imagen ofrecida no es muy buena, ese problema viene dado por el abandono del proyecto de Michael Radford, el cual se llevó parte del material, por eso se ha tenido que ofrecer un material con tan baja calidad que recuerda a esas copias en vhs de los años 80. A mí en concreto no me ha molestado esa calidad, como si lo ha hecho otros aspectos.
Por decir otra cosa positiva es que se muestra la guerra civil española, contándonos errores de ambos lados, no solo centrándose en el arquetipo de que en toda guerra solo hay un lado malo.