Haz click aquí para copiar la URL
Voto de McNamara90:
6
Romance. Comedia. Drama Finales de los años noventa. Jamie (Gyllenhaal) es un joven cuyo irresistible encanto funciona no sólo con las mujeres, sino también dentro del despiadado mundo de las ventas farmacéuticas. Un día, en una clínica, conoce a Maggie (Hathaway), una chica muy independiente que tiene la enfermedad de Parkinson. La atracción es mutua y da lugar a una relación amorosa. El film se basa en una historia real: la de Jamie Reidy, un vendedor de ... [+]
17 de febrero de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La categorización de comedia romántica es un poco lo que el indie es a la música: una suerte de cajón desastre donde se agrupan todas las películas que no se pueden/no se quieren meter en otra clasificación. "Algo pasa con Mary" es una comedia romántica. "Cuatro bodas y un funeral", también. Esto no. "Nothing Hill", tampoco. Ni "Olvídate de mi", por mucho que esté protagonizada por Jim Carrey. Estas dos, son, al igual que este film dirigido por Edward Zwick, dramas románticos.

Hablando ya de la cinta en sí, diré que es el tipo de película que no me gusta por una razón: pretende ser más de lo que es. Con el tema del parkinson de por medio, parece tratar de conmover por un factor que no sé si no consigue explotar o está mal enfocado, pero no lo consigue. Entiendo que intenta ser algo más que un film sobre romance, explotando el tema de una grave enfermedad. Hay que reconocer que se arriesga, si. Pero también que fracasa en su intento. Y este tipo de cintas que intentan ser algo más y no lo consiguen, me parecen pretenciosas.

Al margen de esto, los dos protagonistas tienen una buena actuación. No se entiende del todo la historia de los secundarios (hermano, jefe, doctor y antagónico) que deambulan por el film, siguiendo una línea que no se llega a entender si uno analiza dónde empiezan, dónde acaban y por qué van de A a B. Música correcta, sabe explotar los diálogos de cama... Y ya.

¿Por qué tiene un 6 entonces? Os preguntaréis. Pues, queridos míos, el motivo es elemental: por Anne Hathaway. La actriz de Brooklyn tiene la sonrisa que todo hombre sobre la faz de la tierra querría ver cada vez que abre los ojos. Es tan perfecta... Y el director lo sabe, por eso la película acaba con su sonrisa. Lo que quizás no sabe es que veríamos dos horas y media de esa sonrisa, y que hasta se llevaría algún premio por ello.
McNamara90
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow