Aquí nada tiene sentido. Las tres protagonistas acaban de partirle el cráneo a su chulo, roban su auto y se escapan porque creen que lo mataron, pero a mitad de camino deciden volver para explicar (a quien?) que en realidad no quisieron matarlo pero como lo hicieron en defensa propia van a entenderlas y no van a hacerles nada. (Quien puede ser tan idiota de tener esa idea absurda?).
Evidentemente, la usuaria que escribió la critica precedente solo vio el primer capítulo, porque al promediar la serie Coral revela que no se dedicó a la prostitución porque no conseguía trabajo como bióloga (quien puede creerse tamaña ridiculez?) sino que se escondió ahí porque la estaban persiguiendo por envenenar a su suegra.
Un veterinario, en su clínica para animales, puede operar a una persona con el bazo perforado que a los diez minutos anda corriendo como la mejor.
El trió entra a un Ikea cubiertas de sangre y mágicamente aparecen impolutas. Y no solo eso, se ponen a lavar la ropa y a cocinar con los electrodomésticos en exposición.
Dos escenas después las sorprende un segurata, que muy eficaz no parece, ya que antes se vio que entraban rompiendo la persiana con el auto que dejaron ahí estacionado pero el tipo nunca vio.
Un hemipléjico conduce una ambulancia robada a toda velocidad por las rutas de Tenerife.
Además, nada tiene consecuencias. Se roban una ambulancia y matan a un enfermero y nada. Atropellan a una persona delante de cientos de testigos y nada. Se roban una maquina vial de un depósito que al parecer nadie custodia y tampoco pasa nada. Nadie persigue a nadie, salvo los mafiosos que persiguen a las protas.
La frutilla del postre está en los últimos capítulos donde se dedican a robar descaradamente a otras películas incluyendo la icónica escena del barranco de Thelma y Louise, pasando por la de Tony Montana hundiendo la cara en una montaña de cocaína, la pelea a katana de Kill Bill o la trampa donde cae el auto de Dolan`s Cadillac.