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España España · Sevilla
Voto de Dirover:
5
Drama Elisabeth (Liv Ullmann), una célebre actriz de teatro, es hospitalizada tras perder la voz durante una representación de "Electra". Después de ser sometida a una serie de pruebas, el diagnóstico es bueno. Sin embargo, como sigue sin hablar, debe permanecer en la clínica. Alma (Bibi Andersson), la enfermera encargada de cuidarla, intenta romper su mutismo hablándole sin parar. (FILMAFFINITY)
18 de agosto de 2014
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menos de un 7 para una película del señor Bergman.. Fusiladme ya por favor! Por supuesto todo lo contenido en esta crítica no debería pasar de ser considerado más que vulgares patrañas ante este adalid del cine y ante una de sus obras más redondas. En lo de adalid (a mí también me gusta utilizar palabras pedantes de vez en cuando al estilo de lo que este señor nos pretende ofrecer muy asiduamente) del cine sin duda que todos estamos de acuerdo con algunas de las mejores películas que servidor ha podido disfrutar (magistral de principio a fin esa obra de arte andante 'Fresas salvajes'); en lo que a lo mejor ya no estamos tan de acuerdo es sobre la opinión de esta inclasificable obra.

No voy a encaminar mi crítica sobre si la peli me ha parecido aburrida o un tostón. Entiendo que a muchos les haya podido parecerlo pues a pesar de su corta duración el minimalismo del guión reducido casi exclusivamente a monólogos de Alma sin que sucedan cosas especialmente destacadas a más de uno le pueda exasperar. No ha sido precisamente mi caso, porque desde el primer momento me he sentido profundamente subyugado por la tremenda e inquietante atmósfera que Bergman contribuye a crear con esos complejísimos y fascinantes juegos de luces y demás metáforas visuales mostradas en breves planos casi como mensajes subliminales que encierran en sí mismos todo el sentido de este complejo juego en el que se sumerge el aparentemente "simple" guión.
No amigos, llamadme estúpido si queréis, pero yo estaba viendo la que parecía tal vez no una de las mejores películas que había visto en mi vida pero sin duda una cinta más que notable que recordaría y revisionaría con tremendo disfrute, hasta que, en el último cuarto de hora, todo el trabajo anteriormente realizado se fue al garete con unos últimos minutos que, incomprensiblemente y en un afán de pedantería al alcance de bien poquitos acaban por enroscar el desenlace (enroscar eh, que no hacerlo incomprensible, puesto que a fin de cuentas no hay mucho que comprender) de un modo realmente banal e innecesario para concluir en que finalmente y a pesar de las apareciencias, las dos mujeres son mucho más parecidas de lo que ellas creen y quisieran. Alma, verborreica, transparente y sin necesidad de esconderse de nada en su vida, y Elisabet, encerrada en un mundo del que desea escapar y con una mudez autoconsciente con la que pretende no relacionarse con ningún elemento del medio que la rodea. Y sin embargo, ambas acaban fundidas de manera abstracta en un mismo ser, transgrediendo las leyes básicas entre identidad y entidad, siendo ambas el profundo reflejo de una simbiosis a la que se ven abocadas tras las experiencias compartidas en la casa.
No voy a ser yo ahora el que insulte a todos los gafapastas que han alabado (correctamente por otro lado) esta obra, pero sí voy a decir que la pedantería insulsa e innecesario del señor Bergman por querer extraer demasiado de donde no debería, acaba por convertir el film en una imperfecta obra profunda sobre las miserias humanas.

A favor desde luego quedan esas miradas y caricias entre dos de las mayores sex symbols que ha visto el cine clásico, los travellings en la playa, la atmósfera inquietante y los juegos de transluces y su mal rollo, y ante todo el relato de la playa narrado por una Bibi Andersson en gran estado de gracia que seguro que a todos los tíos nos la ha puesto bestialmente dura sin necesidad de mostrar ninguna parte de su cuerpo ni ser lamida por ningún Nacho Vidal de turno, mientras todos contemplamos embobados el salvaje relato erótico con el que quizás inició su redención. Sensaciones impagables que solo nos concede el cine de verdad, lástima que en esta obra éste sea maltratado por unos minutos finales absurdos que no le hacen justicia.
Y ahora que ya he soltado semejantes improperios hacia una de las obras más respetadas del cine, adelante, ya puedo ser ejecutado con total tranquilidad por pensar lo contrario que el resto. Agur.

·LO MEJOR: Las dos actrices en tremendo estado de gracia. Su atmósfera oscura e inquietante.

·LO PEOR: Sus minutos finales que embarullan una metáfora final que a pesar de que todos la comprendemos fácilmente, nos la pretenden vender de manera cuasi "lynchiana".
Dirover
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